Nivel Primario
La enseñanza de una lengua extranjera, en este caso de la lengua inglesa, en este proyecto comparte el mismo enfoque comunicativo que se propone para el abordaje de la lengua materna. Esto es así, dado que podemos compartir los mismos criterios al considerar a la lengua como medio y producto de la interacción y el intercambio, partiendo de una concepción de la lengua como una unidad que se presenta como un todo invisible en cada mensaje. Esta unidad hace que las prácticas sociales del lenguaje (escritura, lectura, escucha y habla) se lleven a cabo de forma integrada y no fragmentada.
En la actualidad la lengua inglesa se ha transformado en una lengua de uso internacional, utilizada en el campo de la informática, de la ciencia y de la comunicación entre personas de distintas culturas. Como podemos percibir, la enseñanza de esta lengua tiene, por un lado, un gran alcance tecnológico y por el otro, promueve el intercambio multicultural.
Esta doble situación de la lengua inglesa en un contexto internacional hace que su enseñanza en nuestra educación inicial y primaria sea relevante sobre todo si consideramos que la inclusión de una lengua extranjera en el aula permite generar un espacio de encuentro entre culturas, enriqueciendo la forma de interpretar al mundo de los alumnos, de manera abierta y critica.
La enseñanza del inglés en Nivel Inicial y Nivel Primario responde a un enfoque didáctico comunicativo basado en el CONTENIDO TEMATICO (“Theme based” or “Activity based”), que aborda el aprendizaje de la lengua como una construcción social en interacción con otros. Este es el enfoque que se expresa en el DISEÑO CURRICULAR.
La lengua extranjera permite el acceso al mundo que nos rodea a través de “los usos efectivamente circulantes en la comunidad en la cual se desarrolla la tarea educativa…” (D.G.C.E). En la clase de inglés, la lengua se utiliza como medio para aprender los contenidos de las diferentes áreas de estudio al mismo tiempo que el niño se apropia de la lengua extranjera dentro de un contexto experimental, es decir, “a doing programme” (Halliwell, 1992) para esto se utilizaran estrategias didácticas constructivas enmarcadas en el enfoque comunicativo (Task based learning).
Desde este marco teórico, basado en la resolución de problemas, la lengua es aprendida por los niños en forma significativa en contextos auténticos y mediante la realización de tareas que desarrollen no solo su interlingua (Ellis, 2003) sino un conjunto de estrategias y habilidades lingüísticas y no lingüísticas. Así mismo es posible resaltar la importancia que cobra el juego en la clase de inglés, que se expresa como: cantar, dramatizar, usar títeres, hacer juegos de movimiento, resolver adivinanzas, etc.; que brindan a los alumnos contextos de apropiación significativa de la lengua desde el uso. A esto se le suma el trabajo con diferentes textos: narraciones, invitaciones, cartas, postales, descripciones, etc. En cuanto al aprendizaje de las reglas gramaticales de la lengua, sabemos que se internalizan cuando puede reflexionarse sobre la construcción lingüística de dichos textos.
El docente desempeña la función de “andamiar” la enseñanza de la lengua (Bruner, 1983) ayudando al niño a resolver problemas de orden lingüístico que no puede realizar solo. Este andamiaje se apoya desde lo lingüístico en dinámica de clases específicas y organizadas por “formatos” (Bruner, 1978); se trata de situaciones estandarizadas en la interacción, es decir, rituales interactivos que enmarquen las acciones de los niños.
En la dinámica áulica, esto se expresa en la existencia de rituales que sirven de señales sobre la organización de la clase. Por ejemplo: “Let’s call the puppets” para indicar que se va a trabajar con títeres, “Open your books” para indicar que se va a trabajar con los libros; y de patrones de interacción que se repiten, por ejemplo, cuentos con una estructura lingüística reiterativas o tareas basadas en el uso de pares adyacentes.
El uso de la lengua en la resolución de tareas (Tasks) está orientado a desarrollar las 4 habilidades básicas desde un enfoque comunicativo y contemplando las necesidades educativas del niño. Es así como se crea un contexto de riqueza lingüística que facilita la adquisición de la lengua extranjera por medio de la comunicación, el niño en su vida cotidiana usa la lengua con diferentes propósitos comunicativos ya sea para leer las instrucciones de un juego en inglés, para poder jugar, leer un cuento por placer, representar una obra de títeres o leer para buscar información sobre animales en distintas fuentes (revistas, enciclopedias, internet, etc.) , entre otras actividades (Brewster, 1994). Se exploran temas que brindan oportunidades de interacción y el modelo de clase tiene un diseño distinto, que desafía al docente a adoptar un enfoque en el que el aprendizaje de la lengua es concreta por el uso de la misma.
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